miércoles, 14 de noviembre de 2012

Filosofía - Prof. Banga

 
 
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Las relaciones de los hombres entre si

Los hombres no ven en los demás los valores ni la dignidad humana sino que los utilizan y los desechan cuando no le son más útiles. Esto también ocurre en las relaciones íntimas, es decir, hasta que punto satisface mis necesidades sexuales.

Los animales tienen propensión a vivir en grupos de forma que el individuo egoísta obtiene beneficios.

El hombre esta conformado por genes con cualidades como el egoísmo, esto lleva a pensar que es poco lo que se puede esperar de la naturaleza biológica para realizar una sociedad altruista en función del bien común. Egoísta ya se nace y solo se puede cambiar con con el aprendizaje del significado de la generosidad y altruismo.

El” Egoísmo positivo” muestra la necesidad y posibilidad de vivir apreciando a los demás, pero sin permitirles que nos controlen, sin perder nuestra identidad y sin despersonalizarnos. Se relaciona con la autoestima por una valoración y respeto por nuestras necesidades valores y objetivos.

El” Egoísmo psicológico” afirma que la conducta esta impulsada por motivacion auto interesada. Lo más importante de este es el hedonismo psicológico que es la teoría que asegura que el deseo de experimentar placer o evitar el dolor es el motivo de todas las acciones voluntarias.


La división y especialización del trabajo.

 

   El hombre puede encontrar división del trabajo en cualquier organización; ya sea económica, política, científica, etc. Casi todas las esferas de la vida y la actividad humana se hallan hoy fraccionadas en operaciones parciales, en las que cada individuo es especialista.

   Una de las contras de la división del trabajo es que al hombre no le permite realizar distintas actividades ni aprender nuevas tareas si no que siempre realiza lo mismo dejando inactivas las demás esferas.

   Antes el artesano tenía la posibilidad de crear el producto en su totalidad, tenía la oportunidad de tener relaciones personales tanto con el trabajo como con sus compañeros. Ahora es todo diferente, el artesano se convirtió en obrero y el comerciante en burócrata, con esto, el trabajo pierde esas relaciones personales, entre tantas cosas como su carácter personal, carácter de algo único, individual e incanjeable. El problema que surge inmediatamente con esto es la pérdida de felicidad, la separación entre el hombre y su profesión, ya que se siente fuera de si, porque la actividad que realiza esta mecanizada y desespiritualizada, quiere decir, que es rutinaria, siempre lo mismo.

 

Uriel Infantino, Milton Penna, Matias Forgione, Joaquin Lofredo – 6°C

El hombre masa
Para hablar del hombre masa es necesario tener un concepto previo de lo que es “masa”.

Masa se refiere a un conjunto de seres; Entonces cuando decimos hombre masa nos referimos a un conjunto de personas que se agrupan para lograr algo. Aquí no se busca el  interés individual, sino el común, perdiéndose así el individualismo.
El hombre comienza a perder su personalidad, su manera de ser, para comenzar a actuar como el resto del grupo. Así todos los hombres de esa masa comienzan a actuar de manera colectiva, sintiendo, pensando y actuando de la misma manera.

Esta masificación implica supresión de la libertad e independencia personales. El hombre actúa bajo irresponsabilidad al estar en grupo y nadie se hace responsable de las acciones generalizadas, entonces se puede hablar de una anulación de la responsabilidad personal. Ante esta perdida también desaparece la personalidad del hombre ya que actua sin pensar lo que hace.



El hombre en su relación con el mundo:

 

El intento por parte del hombre es dominar al mundo, viéndolo desde un punto de vista utilitario donde únicamente lo que nos puede servir para algo es lo que tiene valor. A medida que el hombre va teniendo más intenciones de dominación, va empobreciendo su situación espiritual.

Esta relación se traslada a las relaciones interpersonales del hombre, donde actúa de la misma manera que con el mundo: desechando lo que no le sirve y no reconociendo valores espirituales.

También es llevada a cabo con la naturaleza. El hombre se enfrenta a ella en una lucha hasta dominarla y explotarla. La naturaleza pasa a ser un objeto que le sirve al hombre para satisfacer sus necesidades a través de la explotación.

A pesar de este enfrentamiento, la vida humana se encuentra en un entorno material donde esta vida es posible y fuera de este entorno no es siquiera concebible. El mundo, la multiplicidad de procesos y de criaturas que habitan en él, han sido queridos en un único designio de creación, al servicio del hombre.

Esta relación que se establece entre estos dos factores es necesaria: sin relacionarse con el mundo, el hombre no puede ejercer su existencia y sin el hombre el mundo sería un despliegue de causas y efectos naturales. El hombre da lugar a comienzos y procesos que la naturaleza no puede realizar por sí sola.

 

Florencia Cañete, Belen Ovando, Micaela Peña y Aldana Paludi. 6to C

 



El culto a la velocidad

 

Todas nuestras actividades se limitan a despachar algo lo más antes posible. Nuestro pensamiento acerca de esta característica es que al hombre no le alcanza el tiempo para cubrir todas las actividades que desea realizar, por vivir acelerado el hombre se estresa.

Son pocos los momentos en que el hombre puede encontrarse con él mismo para reflexionar acerca de su vida, de las actividades placenteras que se puede tener, o si simplemente momentos de ocio.

Al estar todo el tiempo atareado, el hombre no logra disfrutar de las actividades que realiza, lo cual es otra consecuencia de no ser conciente de lo que esta haciendo, ya que siempre busca terminar muy rápidamente para poder “sacárselo de encima”.

 

Ejemplos de la vida cotidiana:

*      Las personas muchas veces no tienen tiempo para almorzar o lo hacen de una forma apresurada y mal alimentándose.

*      En los pocos momentos en los que el hombre puede relajarse, no logra despegar su mente de sus tareas pendientes.